jueves, 20 de agosto de 2009

HEROÍNA


Descripción

La heroína es una sustancia que se extrae del opio (Papaver Somniferum), al igual que otros derivados opiáceos como la metadona, morfina, codeína,... La heroína es una sustancia que genera una fuerte dependencia, tanto física como a nivel psicológico y comportamental.

Como se usa / Consumo

La heroína se puede administrar vía fumada, esnifada o inyectada. Los efectos son siempre los mismos, pero varía su intensidad y la rapidez de actuación:


· Inhalar la heroína ("Fumarse un chino" "Chasing the Dragon"): La Heroína se calienta sobre un papel de aluminio y se inhalan los vapores que desprende.


· Inyectarse la heroína: La heroína se disuelve en agua y un poco de ácido cítrico en el seno de una cuchara y con ayuda de un filtro y una jeringa se inyecta directamente en la vena. Cada vía de administración conlleva una serie de riesgos para la salud:
· Fumarla es más seguro que esnifarla. Penetra en el organismo de forma gradual y se puede controlar un poco más la dosis.
· La inyección es la forma de administración que más riesgos implica ya que se contraen numerosas infecciones: hepatitis, SIDA, etc.

Efectos

Durante el primer tiempo de consumo los efectos principales de la administración de heroína son los siguientes:

Efectos psicológicos

· Euforia.
· Sensación de bienestar.
· Placer.

Efectos fisiológicos

· Analgesia: falta de sensibilidad al dolor.
· En los primeros consumos no son raras las náuseas y vómitos.
· Inhibición del apetito.


Reducción de riesgos / Daños
La heroína atraviesa fácilmente la barrera hematoencefálica y llega rápidamente al cerebro ocasionando alteraciones en los neurotransmisores cerebrales. También atraviesa la barrera placentaria y, en mujeres embarazadas, puede afectar muy negativamente al desarrollo del feto.

La heroína es adulterada con numerosos productos a veces muy tóxicos. Esto puede producir septicemia y otras infecciones graves. Cuando se utiliza la administración intravenosa, la inyección puede dañar las venas provocando trombosis y abscesos. Además, si se comparten las jeringuillas para inyectarse ("chutarse", "pincharse") o no se utilizan jeringas estériles cada vez, se puede transmitir e infectar con el VIH (virus causante del SIDA).

En el plano psicológico

· Alteraciones de la personalidad.
· Alteraciones cognitivas, como problemas de memoria.
· Trastorno de ansiedad y depresión.
· Dependencia psicológica, que hace que la vida del consumidor gire obsesivamente en torno a la sustancia.

En el plano orgánico

· Adelgazamiento.
· Estreñimiento.
· Caries.
· Anemia.
· Insomnio.
· Inhibición del deseo sexual.
· Pérdida de la menstruación.
· Infecciones diversas (hepatitis, endocarditis, etc.) asociadas a las condiciones higiénico-sanitarias en que tiene lugar el consumo, y al estilo de vida del consumidor.
· Su consumo habitual genera tolerancia con rapidez, por lo que el consumidor necesita aumentar la dosis para experimentar los mismo efectos. Ello explica el riesgo de sobredosis tras un período de abstinencia.
· Elevada dependencia, acompañada de un desagradable síndrome de abstinencia (el mono) si se suspende el consumo, o se administran dosis inferiores a aquellas a las que el organismo se ha habituado. Éste síndrome se caracteriza por síntomas como: lacrimeo, sudoración, rinorrea, insomnio, náuseas y vómitos, diarrea, fiebre, dolores musculares, etc. acompañados de una fuerte ansiedad.


Fuente: ieanet.com

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