Muchos de los riesgos asociados al consumo se pueden evitar, o al menos reducir de la siguiente forma:
- Consumiendo la sustancia de forma espaciada, es decir, evitando hacerlo a diario, alargando el tiempo entre consumo y consumo.
- Tratando de consumir el cannabis en la forma que contenga menor concentración de THC, evitando entonces el aceite de hachís.
- Evitando el consumo de cannabis si se usan algunos medicamentos (antidepresivos, benzodiacepinas, antiinflamatorios...) ya que seya que se pueden aumentar los riesgos del consumo.
- No consumiendo en ningún caso en embarazo o lactancia.
- Evitar conducir bajo los efectos de la sustancia o realizar actividades que impliquen algún riesgo.
- Se tratará de evitar asociar su consumo a determinadas situaciones y estados anímicos, evitando así, que la persona “crea” que es la sustancia la que le ayuda a enfrentarse a esas situaciones.
- Sí sería conveniente recordar que aunque es una sustancia que en ciertas personas y/o circunstancias puede permitir un uso no problemático, el desconocimiento de esas condiciones individuales previas no nos permite tener seguridad a la hora de consumir.
- Los consumos en público están sancionados administrativamente y pueden tener consecuencias no previstas de antemano.
- Se tratará de evitar asociar su consumo a determinadas situaciones y estados anímicos, evitando así, que la persona “crea” que es la sustancia la que le ayuda a enfrentarse a esas situaciones.
Fuente: http://www.fad.es/
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