Autor: Carmen Cabrera
Fecha: 29 julio 2009
Tendencia a la inversa. Si bien en el año 2007 las admisiones a tratamiento en el Centro Provincial de Drogodependencia (CPD) habían descendido con respecto a 2006, se aprecia ahora un repunte en las atenciones dedicadas para intentar combatir las adicciones a las drogas. Así, durante el año 2008 el CPD ha admitido un total de 1.001 casos, 31 más que el año anterior. Según la delegada para la Igualdad y Bienestar Social, Carmen Álvarez, que ayer presentó la memoria junto al diputado de Igualdad, Manuel Fernández Palomino, la explicación reside en que «el centro cada vez se encuentra más ligado a la provincia».
De este millar de personas, una gran parte llegan buscando una solución a su problema de alcoholismo (36,5 por ciento), mientras que el 26,3 por ciento lo hace para deshabituarse de la cocaína y el 21 por ciento quiere dejar de vivir dependiendo día y noche de la mezcla de heroína. Precisamente, son estas dos últimas sustancias las que más han crecido en este último año en los tratamientos. En el caso de la cocaína, en 2008 se registraron 263 casos frente a los 239 de un año antes. Sin embargo, es relevante el caso de la mezcla de heroína -como subrayaba Álvarez- ya que es la que más aumenta de todas las sustancias adictivas al pasar de las 160 de 2007 a las 218 del año pasado (30% más). La edad media de las personas que están enganchadas a este tipo de droga y que han sido tratadas es de 36 años. No obstantes, el centro ha detectado un decrecimiento en los casos de alcohol, ya que ha pasado de atender a 404 personas en 2007 a las 365 del año pasado.
Situación laboral
En cuanto a su situación laboral, las estadísticas presentadas ayer revelan que el 49,8 por ciento de los que consumen heroína se encontraba en paro. Éstas son las sustancias más relacionadas están con la inactividad, ya que la tasa baja de forma considerable en el caso de la cocaína, con una tasa de desempleo del 32,7 por ciento por ciento. También en el primer caso, teniendo en cuenta el nivel de estudios, el combinado de heroína se encuentra fuertemente sujeto al bajo nivel educativo. El 37,9 por ciento no tiene ningún tipo de estudios y el 36 por ciento acabó la enseñanza primaria. La edad media para comenzar el consumo de la heroína se encuentra en los 21 años, mientras que en el caso de la cocaína baja a los 20. Bastante antes empiezan los que fuman cannabis, con 15 años.
Cuando un enfermo va al Centro Provincial de Drogodependencias de Jaén, lleva ya varios años consumiendo. A veces -como puso de manifiesto la delegada para la Igualdad- acuden «por su propio pie, porque se han dado cuenta de que su adicción es un verdadero problema. Otras veces lo hace sin plena convicción, pero empujado por su familia que lo anima a acudir». Los que llevan más tiempo enganchados cuando piden ayuda son los de heroína (13 años de media), mientras que la media en el cannabis es de 9 años, la cocaína de 8 y los sedantes 10.
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